Recorrido por los monumentos y sitios históricos en Concepción del Uruguay
La ciudad fue fundada por Tomás de Rocamora el 25 de junio de 1783 por indicación del Virrey Vértiz. Su nombre compuesto hace referencia a la patrona de la ciudad la virgen de la Inmaculada Concepción y Río Uruguay (río de los pájaros o los caracoles en guaraní), sobre cuya margen derecha se halla recostada.
Esta fue testigo de reuniones privadas entre los líderes del movimiento revolucionario. que luchaba por la independencia y en varias oportunidades fue sede de enfrentamientos militares, debido a que muchos grupos armados querían apoderarse de la zona,
Recorrido por los sitios históricos de la ciudad
Casa de Urquiza (Edificios de Correo)
Esta es una casa que el general Urquiza comenzó a construir para utilizar como residencia pero llegó a habitarla, puesto que fue asesinado cuando faltaban algunos detalles tales como aberturas y el piso.
Posteriormente vivió aquí su viuda, Dolores Costa, pero solo por un tiempo. Fue residencia de los gobernadores hasta 1883 y ocupada por algunos cursos de la Escuela Normal hasta 1919 fecha en que comenzó a funcionar el Correo.
La construcción comenzó en 1866. Los ladrillos que se emplearon fueron fabricados en Saladero Santa Cándida, las maderas son de urunday, el piso para el zaguán y corredores son de mármol, los capiteles de las columnas estucados, las rejas de sus ventanas de hierro forjado. La azotea con piso de tejuelas y baldosas francesas, revoque con tierra romana y la despensa con sótano y altillo.
Aquí se llevaron a cabo los “Bailes del Gobernador”, que ofrecía Fevre a la sociedad local. Fue visitada por Miguel Juárez Celman en 1887, Domingo F. Sarmiento en 1874, Nicolás Avellaneda en 1875 y en 1957 se alojó Pedro Aramburu.
El lugar fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1984.
Palacio “Santa Cándida”
Comenzó a funcionar en 1848 y fue el saladero más importante del general. No sólo se hacía el “Charqui” o carne salada, sino que también se utilizaba la grasa, el cuero, las crines y los huesos del animal.
Se llegaron a faenar 50.000 cabezas de ganado que se comercializaban directamente con el extranjero. Su presupuesto anual llegó a ser equivalente al de la provincia de Entre Ríos. Su movimiento fue tan importante que llegó a contar con puerto y muelle propio.
El nombre fue un homenaje de Urquiza a su madre, Cándida García. Desde 1977 es Monumento Histórico Nacional.
Se encuentra ubicado frente al Balneario Itapé.
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Basílica de la Inmaculada Concepción
El templo original (construido, posiblemente entre 1790 y 1800) fue destruido casi en su totalidad a raíz de un incendio en la noche del 1 de noviembre de 1849. Durante casi diez años, la parroquia funcionó en dependencias cedidas por el Colegio del Uruguay, en el ala sur del nuevo edificio.
Desde 1854 se tienen referencias de negociaciones llevadas a cabo por el cura de la ciudad, Gregorio Céspedes y Calvento para la construcción del nuevo templo.
Sin embargo, ello no prosperó y no fue hasta 1857 que el general Urquiza, presidente de la Confederación, informó al párroco Domingo Ereño que se concretaría la obra a cargo del arquitecto italiano Pedro Fossati.
Se colocó la Piedra Fundamental el 8 de diciembre de 1857 y la construcción con un presupuesto de 156.000 pesos fue consagrada el 25 de marzo de 1859 por el Nuncio Apostólico, monseñor Marino Marini.
“Aquí se dio el primer grito de libertad y organización que inició tan grande para la república, aquí edifiquemos el primer templo: Es un baluarte más de los principios que sostenemos y que hemos hecho triunfar”, expresó Urquiza.
Los altares, los ornamentos y los objetos del culto fueron donados por el general, cuyos restos se conservan aquí desde 1871. Casi cien años después de la culminación de la obra fueron agregadas las dos torres campanario.
La basílica fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942.
Plaza “General Ramírez”
Aquí se leyó el Bando del Pronunciamiento de Urquiza contra Rosas, dando comienzo a un proceso que culminó con la Batalla de Caseros y la sanción de la Constitución Nacional de 1853.
Con el correr del tiempo tuvo diferentes diseños, hasta que en 1999 fue reacondicionada totalmente adquiriendo la fisonomía que posee actualmente. El monumento que se ubicaba en su centro, fue erigido en homenaje al general Francisco Ramírez, personaje ilustre de la Revolución.
Declarada Lugar Histórico Nacional en 1956.
Monumento a la “República Argentina”
La obra del escultor Andrés Mirwaldt es un canto al sistema democrático. También conocido como “Monumento a las manos” se encuentra ubicado en el Parque Costanera Norte “La Salamanca”. Fue construido en cemento patinado y elevado sobre el terreno 14 metros.
Casa de Delio Panizza
El edificación data de 1793 (a tan solo 10 años de fundada Concepción del Uruguay) por lo cual es considerada la más antigua de la ciudad. La construcción es de características típicas de la arquitectura colonial.
Se cree que el general Francisco Ramírez habría pasado aquí su infancia, puesto que su madre, Tadea Jordán tras enviudar se casó con el propietario de esta casona, don Lorenzo López.
Su último propietario fue el doctor Delio Panizza, nacido en Rosario del Tala, abogado, investigador y poeta que falleció en la ciudad en 1965.
Diez años después de su muerte el lugar fue adquirido por el gobierno provincial, que lo convirtió en museo, siendo declarado Monumento Histórico Nacional en 1975. Posteriormente pasó a formar parte del patrimonio de la municipalidad de Concepción del Uruguay.
Esta casona fue visitada por numerosas personalidades del país, entre ellos el general Manuel Belgrano.
Balneario Itapé, zona del Combate del Arroyo de la China
En 1942 fue declarado Lugar Histórico Nacional. En este sitio, cuando corría el año 1814, se llevó a cabo el Combate Naval del Arroyo de la China entre naves españolas y criollas.
La escuadra realista consistía en una división de nueve buques de guerra portando 731 toneladas, 30 cañones en su mayor parte pesados y 353 hombres aproximadamente, acoderada en fuerte línea defensiva, con apoyo de tierra.
La escuadra patriota de seis navíos, portando 432 toneladas, 28 cañones en su mayoría ligeros y 264 hombres, avanzaba a la vela, sin viento a favor y con escaso calado, sin inteligencia previa y con un comando sin experiencia en el mando de una división en batalla. Sin embargo, se lanzó sobre la línea realista con la cañonera América en vanguardia generalizándose pronto el combate a quemarropa.